Alberto Recarte no es un consejero cómodo en sitio alguno, tampoco lo será para Manuel Pizarro en Endesa. En un consejo, el vicepresidente de Centurión tiende a comportarse como en las tertulias radiofónicas: como una fusta. Pero, con todo, lo cierto es que Manuel Pizarro ha vencido a Miguel Blesa, al menos la primera batalla. Veamos. El presidente de Caja Madrid, a pesar de representar un 10% de la compañía, se ha quedado sino la Vicepresidencia. No sólo eso : Recarte, consejero de Caja Madrid, entra como consejero de Endesa tipo B, es decir, como independiente, no como dominical. En otras palabras, que se supone no representa oficialmente a Caja Madrid, sino a sí mismo, tendrá un mandato máximo de 8 años.

Y lo mismo con Joan Rosell, también consejero B. El presidente de la patronal catalana es una especie de representante eterno de Cataluña. Ahora bien, ¿representa a la catalanidad o representa a La Caixa, propietaria del 5% de Endesa? Pues a los dos y a ninguno, Pizarro lo ha dejado en el terreno de lo vaporoso. Y queda un tercer consejero que ni se nombra ni se amortiza: simplemente queda pendiente.

Al final, Blesa ha tenido que transigir, aunque la batalla no ha concluido. El siguiente en mover ficha será La Caixa, que dependiendo de cómo se reorganice el sector energético antes de decir con qué eléctrica se queda.

Por cierto, José María Aznar no ha logrado poner orden entre sus dos amigos: Pizarro y Blesa. Mientras, en el PSOE insisten en que lo de Endesa es una pelea interna del PP.