Se trataría de llegar a una fusión paritaria entre Endesa y E.ON. El único problema es que los alemanes quieren mandar. Maite Costa se rebela contra su superior inmediato, el ministro saliente José Montilla, que insiste en el veto total a E.ON. Antes de que finalice el mes la Comisión tomará una decisión

A muchos puede parecerles un imposible pero el presidente del Endesa, Manuel Pizarro, todavía cree en ello, lo llaman operación Altadis y consiste en repetir la fusión entre la española Tabacalera y la francesa Seita, que dio lugar a la primera multinacional intereuropea de carácter paritario : Altadis. A fin de cuentas cuando Pizarro se vio sorprendido por la OPA de Gas Natural su primer movimiento fue dirigirse a los alemanes de E.ON para buscar una fusión en términos paritarios. Así lo reconoció el presidente de la compañía alemana Wulf Bernotat, ante un público compuesto por periodistas españoles. Según Bernotat, Endesa se dirigió a ellos para hablar de un acuerdo de colaboración, pero, miren ustedes por donde, en el cuartel general germánico de Düsseldorf en seguida cayeron en la cuenta de que la absorción puede ser una forma mucho más intensa de colaboración.

Al mismo tiempo, en España ha surgido lo que nadie esperaba. La presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) Maite Costa, se ha rebelado contra su jefe directo, el ministro de Industria, Energía y algunas cosillas más, José Montilla. Y es que esto de ser un pato cojo (es como los norteamericanos denominan a los presidentes con fecha de caducidad, como actualmente ocurre con George Bush, que ya no puede ser reelegido) provoca pérdida de autoridad. Montilla abandona el ministerio para convertirse en el candidato socialista a la Generalitat por el PSOE y Maite Costa, aunque socialista catalana, sabe que sus nuevos jefes, es decir, La Moncloa, pueden tener objetivos muy distintos.

En otras palabras, Montilla insiste en que la decisión del Gobierno, previo informe de la CNE, debe ser el veto puro y duro a la OPA de E.ON. Sin embargo, en Moncloa, así como en la vicepresidencia económica que dirige Pedro Solbes, están obligados a considerar otras variables, por ejemplo, el cabreo que se pueda coger la canciller alemana, Angela Merkel.

Así que Maite Costa y otros miembros socialistas de la comisión se inclinan por la otra opción, por un sí condicionado, que implicaría el troceo de Endesa. Todo apunta a que no se permita a los alemanes hacerse ni con la división nuclear ni con las centrales nucleares de carbón.

Esta semana que ahora comienza termina el proceso de petición de información voluminosa información- de la CNE a E.ON. Antes de que termine el mes de julio la Comisión habrá elaborado su dictamen y el Gobierno habrá tomado su decisión. Y lo más curioso de todo el embrollo es que la opción de Manuel Pizarro, la más difícil de todas, dado que los alemanes no quieren compartir poder, sería la única que no supondría el troceo de la primera compañía eléctrica española, algo que no ha permitido ningún país europeo.

Eso sí, Montilla insiste en que la opción italiana de fusionar la petrolera ENI y la eléctrica ENEL, demuestra los vientos que corren por Europa. Todos somos muy liberales pero todos queremos poseer grandes empresas. Es decir, la opción Montilla de veto total a E.ON.