A partir de ahora, su retribución variable dependerá del mantenimiento de la cotización por encima de la oferta de Gas Natural

Los medios de comunicación analizaban el martes la promesa de Endesa de aumentar la remuneración de los accionistas hasta los 7.000 millones de euros en cinco años. Ahora bien, esa no es la única defensa del presidente Manuel Pizarro respecto a la OPA hostil de Gas Natural (que, como publicamos en este mismo número, no tiene intención de mejorarla).

Veamos por una parte, los 35 principales directivos de Endesa cobran un total de 17.271.000 euros, lo que sale a unos 493.457 euros de sueldo medio anual. Pero hablamos de 2004, y este año, si consideramos lo declarado para sí mismo por Manuel Pizarro en la Junta General de Accionistas, la subida ha sido considerable.

Por otra parte, 29 de esos 35 directivos tienen un blindaje para casos de despido y, atención, de cambios de control, por el que reciben tres anualidades de salario, siempre que sea de mutuo acuerdo o por desestimiento de la empresa. Esos tres años se colocan en la banda más amplia de la gran empresa española, salvo casos especiales como el de los llamados teguis (Amusátegui y Corcóstegui).

Pero hay más, y esta vez después de la OPA. La retribución variable de la alta dirección de Endesa ha cambiado desde el 5 de septiembre, cuando GN lanzara su OPA hostil. Así, se ha ligado el 100 por 100 de la retribución variable al precio de la acción. Para ello, se establece un baremo, que el consejero delegado Rafael Miranda no explicó con precisión en su intervención pública del lunes. Así, se dice que si el precio de la acción cae por debajo de los 18,56 euros cotización de Endesa en el momento de la OPA- los directivos serán penalizados sin retribución variable (que oscila entre el 40 el 70% de su retribución fija). A partir de ahí recordemos que la OPA de GN se sitúa en 21,30 euros por acción- se eleva la retribución variable hasta el 100 por 100 de lo prometido, que se cobraría si la acción cierra por encima de los 22,27 euros. Naturalmente, se entiende que si cierra en este nivel, la OPA de GN resultaría un fracaso rotundo.

En otras palabras, Manuel Pizarro se ha ganado el favor de los directivos, que lucharán con uñas dientes para que GN no se haga con Endesa. Eso sí, lo ha hecho resucitando el viejo, y muy polémico, método de ligar salario a cotización. En el pasado, este método no ha dado resultado y el mercado no se ha mostrado como el más ecuánime de los árbitros, entre otras cosas porque el mercado es manipulable. Y no sólo por la autocartera, sino por algo con mucha más potencia para desequilibrar: la información, tanto la verdadera como la falsa.