Tiene razón el director de Citroën y DS en España y Portugal, Alfredo Vila (en la imagen), cuando ha asegurado en la mañana del martes que la ampliación del Plan PIVE 6 (con una partida de 70 millones) tendrá un impacto positivo en la ventas de coches y, por tanto, en el conjunto de la industria. Ahora bien, la industria del automóvil tendrá que ensayar fórmulas más imaginativas por su cuenta para olvidar cuanto antes su dependencia de las bonificaciones.

Está claro que las subvenciones ayudan a "un sector básico para España, que supone el 10% del PIB y emplea directa e indirectamente al 9% de la población", pero es igualmente cierto que la industria debe empeñarse en buscar otros impulsos (exportar mucho más, por ejemplo) para asegurarse un futuro prometedor. Toda dependencia, y si del Estado más, es peligrosa.

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