Sr. Director:
¿Y qué puedo escribir sobre Ella que ya no se lo hayan dicho todos?, desde el poeta más grande al más sencillo hombre de campo, con palabras que habrán votado no de su cultura y su sabiduría o su sencillez sino de sus corazones llenos de cariño hacía la que es Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Consuelo de los afligidos, Refugio de pecadores y tantas alabanzas más que le decimos cuando rezamos la letanía del santo Rosario.

 

Pues yo me uno a todos diciéndole esos piropos de cariño y algo más que no está en la letanía, pero que es lo más hermoso que puede decirse a la Virgen María después de llamarle Madre de Dios, origen de todos sus privilegios. Yo, la llamo Omnipotencia suplicante, no sé de donde viene esa frase pero es una definición perfecta porque ella es omnipotente pero tiene que suplicar como ser humano La Virgen no tiene brillo propio que salga de Ella misma, sino que refleja al Redentor suyo y nuestro y le da gloria, palabras del cardenal Newman.

La Inmaculada Concepción fue definida como dogma pero ya desde antiguo el pueblo lo creía así y se contaba una historia que lo explicaba todo. Había dos ordenes religiosas que no estaban de acuerdo: una decía que era Inmaculada y otra que no. Bueno pues la gente, el pueblo sencillo inventó una cancioncilla que decía aunque todos lo nieguen con su padre general la Virgen fue concebida sin pecado original.

¿Qué hermoso verdad?, yo creo que por cosas así nos llaman la tierra de Maria Santísima, quiero terminar con una oración preciosa y muy antigua: dijo el cielo a la tierra, tu eres feliz porque tienes lo más precioso que tiene el mundo, tu tienes una madre. Dame una madre y yo te doy a Dios. Así vino Dios tomó una madre, vivió con ella aquí en la tierra y la llevó con Él al cielo.

Piedad Sánchez de la Fuente