Sr. Director:
Que se esté respondiendo con la palabra, silencio, a las persecuciones de cristianos en todo el islam, desde Egipto hasta Pakistán, desde Cisjordania -donde la población cristiana está desapareciendo- hasta Sudán o el norte de Nigeria, pasando por Oriente Medio, se perpetran ante nuestro silencio e indiferencia. 

Las palabras de Rahola sobre esto me parecen muy acertadas. "Los regímenes islámicos se permiten una constante represión contra la población cristiana -de la judía ya ni hablamos-, además de la represión a su pueblo, porque tenemos el alma vendida a un barril de petróleo y, en consecuencia, sufrimos el silencio de los vasallos.

La psiquiatra siria Wafa Sultán, exiliada en Estados Unidos por enfrentarse a un imán en Al Yazira, me recordó este proverbio árabe: "Si me necesitas, te poseo". Ellos lo saben, y ejercen su dominio sin complejos; nosotros lo sabemos, y callamos. Y sin embargo, ¿realmente estamos tan mal, la UE o la ONU son tanto nada que ni tan sólo podemos intentar algo ¿Ni una protesta

Porque lo cierto es que si el mundo se muestra impasible ante estos países "amigos" que perpetran todo tipo de barbaridades, amparados en la riqueza, o en el miedo, o en ambos, significa que no somos nada. Matarán a una chica embarazada por amar a un cristiano, ¿dónde están las protestas, las pancartas, dónde el dolor y la rabia ¡Qué derrotados estamos!", escribía P. Rahola.

J.D. Mez