Sr. Director:
¿Recuerdan aquel hecho? En presencia del presidente de Chile, Zapatero pide a Rajoy despectivamente "que hable con Dios" y ofrezca un plan para ahorrar energía.

 

"He oído decir a Rajoy que tengo que hacer un plan como Dios manda. Le pido a Rajoy que hable con Dios y nos diga cómo es el plan que hay que hacer. Eso sí que es una propuesta, un programa sistemático, coherente, pensado, articulado y de largo alcance", ironizó Zapatero en rueda de prensa conjunta con el presidente chileno, Sebastián Piñera, que es un católico practicante.

Ya sabemos por experiencia que los políticos suelen enredarlo todo y que cualquier pretexto vale para descalificar o ridiculizar al adversario. En este sentido, el intercambio de ironías entre los dos dirigentes políticos no deja de ser una anécdota en el marco de la precampaña electoral que sufre ya la sociedad española. Pero lo cierto es que ambos deberían dejarse de citar a Dios en vano aunque en el lenguaje diario esté consagrada por el uso la expresión "como Dios manda" para referirse a que las cosas deben hacer bien, con sentido común.

El agnóstico Zapatero lo ha entendido perfectamente, pero no deja de ser bochornoso que, en presencia de un alto dignatario extranjero, devuelva la recomendación de Rajoy con una alusión que descubre más las malas formas que una supuesta ironía inteligente.

JD Mez Madrid