Ramón Pi, que ha participado en la tertulia de Onda Cero, recordaba el día en que asesinaron a Miguel Ángel Blanco : yo, que soy bastante vehemente, cuando me pongo a trabajar tengo cierta alergia a estas explosiones de sentimientos, porque son engañosas. La verdad es que cuando se supo que se había encontrado a Miguel Ángel Blanco y que había muerto, la explosión que era de indignación me hizo concebir esperanzas de que, por fin, se pondría cada cosa en su sitio. Y apostillaba que, transcurrido todo este tiempo es más fácil poner cada cosa en su sitio, y es que a alguien le dio miedo no poder volver al poder en el País Vasco.