• Los acreedores tendrán el 51% y la quita bajará del 80%-90% al 60%-70%.
  • El plan es que el grupo Damm gestione la compañía pero que mande la banca.
  • Las entidades le han impuesto a Carceller un programa de desinversiones que afectará a la actividad en Chile y Portugal.
  • En resumen: Pescanova se centrará en su matriz española.

Para que nos entendamos. El acuerdo al que han llegado Carceller y la banca acreedora supone la rendición de ésta última y la victoria, aunque parcial, del primero. Vayamos por partes.

Nada más asumir la presidencia, José Manuel Urgoiti, por orden del máximo accionista -hasta el momento y bajo administración judicial-, Demetrio Carceller (en la imagen), propuso a la banca acreedora una quita del 90%, porcentaje que las entidades rechazaron de plano. Algo totalmente comprensible: la deuda de la compañía alcanza los 3.000 millones de euros. Como mucho, estaban dispuestas a asumir una quita del 70%, pero nunca del 90%, ni siquiera del 80%.

Tras el intenso pulso mantenido entre las partes, Carceller no ha tenido más remedio que hacer otra propuesta a la banca: me dejáis que sea el socio industrial y el gestor, con un 49%, pero mandáis vosotros y mantenéis el 51% de la compañía. La quita se queda entre el 60% y el 70%.

¿Por qué la banca, siempre reacia a quedarse con empresas, mantiene en este caso el 51% Porque de esta manera, cuando la compañía obtenga beneficios, les resultará más sencillo recuperar la deuda. Sin embargo, y esta es la 'jugada' de Carceller, el grupo Damm se queda con el 49% y cuando llegue el momento sólo tendrá que comprar un 2% para hacerse con la mayoría.

En definitiva, el plan es que el grupo Damm gestione la compañía pero que mande la banca. Para empezar, las entidades le han impuesto a Carceller un programa de desinversiones que afectará a las filiales de Chile y Portugal. Hablamos del negocio de piscicultura que requiere grandes inversiones y a largo plazo. Ya saben: los peces necesitan tiempo para criarse y crecer. El otro negocio de Pescanova, el de los buques factoría, se queda intacto.

En resumen: la compañía se centrará en su matriz española. Al menos por ahora. Y mantendrá su 'galleguidad'. Ya veremos lo que ocurre cuando Carceller se haga con el control de la empresa. No hay que olvidar que el máximo accionista y presidente del grupo Damm tiene como socio al gigante alemán de la alimentación, Dr. Oetker. Pero esa será otra historia que contaremos en su momento.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com