Comedia ligera y pueril dirigida a adolescentes románticas que, tras una apariencia inofensiva, lanza un mensaje muy desacertado para el público al que está destinado.

No hay nada más opuesto al amor verdadero que las historias de romanticismo sensiblero como la que nos ocupa. Curiosamente  tanto ésta como el resto de las novelas de Federico Moccia (también director de la película) se encuentran en los primeros puestos de venta no sólo en Italia sino en el resto de Europa.

Pero, si llamásemos a las cosas por su nombre, Perdona si te llamo amor habría que englobarla en el apartado de folletines románticos, ya saben esos cuentos rosas que acaban siempre siendo verdes De hecho, el único acierto de esta comedia lo encontramos en la descripción del comportamiento de  unas adolescentes frívolas que ponen en la cúspide de los valores la amistad y que no distinguen entre amor y enamoramiento. Pero no sólo ellas, todos los atractivos personajes que desfilan por la pantalla (que parecen salidos de un casting de guapos) se comportan (independientemente de la edad) como seres inmaduros incapaces de profundizar en sus relaciones amorosas.

Más aún, la historia de amor entre un treintañero abandonado por su novia y una espabilada muchacha de 17 años, parece relatada por un adolescente por la forma frívola con la que están descritos los detalles. Nada que ver con la británica An Education que abordaba una relación similar en una historia que conducía a la reflexión.

Así que Perdona si te llamo amor se queda en pura química o, afinando más, en pura física.

Para: Adolescentes inmaduras con muchos pájaros en la cabeza