Al igual que Feliz Navidad, de Christian Carion, Perdidos en la nieve es un drama antibélico muy positivo que narra unos hechos convivencia y concordia entre soldados enemigos, en medio de un conflicto bélico.  

Inspirada en hechos reales, Perdidos en la nieve, nos traslada hasta el 27 de abril de 1940 en Noruega. Tras un enfrentamiento aéreo caen en una remota y helada región de ese país  dos aviones; uno alemán y otro británico. Perdidos, y buscando refugio, ambas tripulaciones coinciden en una cabaña de cazadores. Tras superar el desconcierto inicial, los dos soldados británicos y los tres alemanes se verán abocados a luchar juntos para sobrevivir al duro invierno noruego. Lo que en principio parecía una complicada  convivencia entre hombres muy diferentes pronto se convertirá en camaradería…

Drama antibélico  que demuestra que las diferencias políticas se liman cuando el hambre atenaza,  Perdidos en la nieve se ve de un tirón, a pesar de desarrollarse casi todo su metraje en un solo escenario: la cabaña donde se ven forzados a convivir los soldados de los dos bandos.  La razón del atractivo de esta película es sencilla; una excelente descripción de personajes y unos diálogos con momentos muy humorísticos donde el más gracioso de ese reparto coral  resulta el joven actor Rupert Grint, conocido hasta el momento por su trabajo en la saga Harry Potter encarnando a Ron Weasley y que demuestra que "hay vida …profesional después de Harry Potter". Atentos a la escena en la que se limpia el trasero con páginas de un ejemplar firmado de MEIN KAMPF (Mi lucha, escrito por Adolf Hitler).

En resumen. Una película esperanzadora y emotiva que muestra el mejor lado, que todos llevamos dentro.

Para: Los que les gusten las historias nobles