A lo mejor no le hace falta filtrarlo, dado que don Mariano no quiere líos
El ministro de Fomento, José Blanco, gran aficionado a los informes confidenciales, ya tiene uno preparado sobre su antecesor en el departamento, Francisco Álvarez Cascos: sobre precios, compras de obras de arte relacionadas con su esposa, negocios conjuntos con el malogrado tesorero del PP, Luis Bárcenas y siga usted contando. ¿Verdad o mentira? ¡Qué importa! Hablamos de guerra sucia, lo que importa es la eficiencia, no la justicia.
Lo que importa es que si Cascos consigue -que no parece- regresar a Asturias como candidato del partido a la Presidencia del Principado, Pepiño soltará la bomba. Cascos vende bien.
Aunque a lo mejor se queda sin oportunidades. El ex vicepresidente afronta la oposición rabiosa de los peperos asturianos. Y don Mariano Rajoy no es amigo de líos. Si considera que imponer a Cascos puede suponer una guerra en el PP asturiano, renunciará a ello. Su segunda, Dolores de Cospedal, no necesita ese temor: sencillamente, no le gusta Cascos.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com