Sr. Director:

José Blanco, ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, afirmó ser un hombre creyente al que le ha bastado un examen de conciencia para saberse a salvo de cualquier irregularidad.

 

Supongo que en otras ocasiones, cuando ha votado sistemáticamente en contra del derecho a la vida de los más inocentes, también, como creyente, había hecho examen de conciencia. Si ahora la conciencia es la misma que en los anteriores casos y considera que entonces no hizo nada irregular, no es de extrañar que considere que ahora tampoco lo ha habido.

Y es que no es un caso de creyente sino de conciencia, mejor aún de formación de la conciencia. No obstante puede que al Sr. Blanco le baste en lo personal, pero un ministro, cuando es acusado de corrupción ante un juez, está obligado a aclarar ante los ciudadanos hasta la menor de las dudas, al menos así lo ha exigido él a otros.

Suso do Madrid