• Ni la vicepresidenta ni el ministro de Economía quieren opinar.
  • Es la política de elusión de responsabilidad: la culpa la tiene Europa o el consenso.
  • Lo cierto es que, aunque parezca lo contrario, se vende mejor una reducción más o menos paulatina de la retribución del pensionista que retrasar la edad de jubilación.
  • Eso sí, la doctrina oficial asegura que ningún pensionista va a perder dinero: es falso.
  • Eso sí, ausencia total de otra política distinta: impulso de la natalidad, prohibición radical de la prejubilación, etc.

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La reforma de las pensiones, ante una población española envejecida que no puede cumplir con sus mayores. Al Gobierno Rajoy le viene grande el reto, así que se refugia en una muy digna elusión de responsabilidad: le cede la reforma a Europa y al Pacto de Toledo. Así nos repartimos las culpas entre todos.

Lo cierto es que Mariano Rajoy prefiere rebajar las pensiones a retrasar la edad de jubilación… que es, precisamente, lo que tenía que hacer.

Y así, ni la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ni el titular de Economía, Luis de Guindos, hablaron de cómo va la reforma de las pensiones. Lo cierto es que va por donde estaba previsto: nada de retrasar la edad de jubilación pero sí el reparto de la miseria: cobrar paulatinamente menos por los mismos años cotizados.

Y es que la rebaja real de las retribuciones se esconde mejor que un decreto porque el que se diga que todos tenemos que jubilarnos a los 70 o por el que se prohíban de forma radical las prejubilaciones, otro de los tumores del sistema. O, sobre todo, por medidas para incentivar la natalidad, porque, de todos los problemas económicos, el más demográfico son las pensiones.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com