Compañía Eólica Aragonesa (CEASA) es una empresa dedicada a energías renovables, obra de Enrique Albiol. Como ya hemos explicado, las renovables se han inventado en España y en otros lugres del mundo en una especie de especulación ecológica permanente. Es como las radios o las televisiones, sólo que sin impronta ideológica. Lo que importa es que la autonomía de turno te conceda una licencia, que inmediatamente puedes vender, incluso sin arriesgar un euro. Porque tener una licencia significa poder acceder a las subvenciones públicas para una energía muy verde, muy limpia pero muy cara y que no garantiza el suministro.

Por ahora, el mayor pelotazo ha sido la reciente vente de CEASA, una empresa que, al menos, sí invirtió algo. Para ser exactos 20 millones de euros (a los que habría que sumar otros 30 de deuda). Total: 50. Pues bien, esos 20 millones de euros se han convertido en 410 millones (160 MW de potencia) en cuatro años, y es cierto que dispone de otros 500 MW, pero si el comprador pretende utilizarlo le saldrá por 1,2 millones de euros el kilowatio.

En cualquier caso, multiplicar en cuatro años por 20,5 (o por 8, si asumen la deuda) una inversión no está nada mal, ¿verdad? Sólo hay que contar con amigos en los gobiernos autonómicos. El resto viene por sí solo.