Sr. Director:

Recientemente, el alto comisionado Peces-Barba ha comentado que ciertos sectores de la Iglesia Católica son un peligro para la democracia. Declaraciones de esta índole resultan sorprendentes en gentes en las que se supone una elevada talla.

¿De dónde saca esa afirmación gratuita este señor? ¿Quiénes son esos sectores? La Iglesia tiene jurisdicción moral sobre quiénes pertenecen a ella: puede indicar modos concretos de actuación en temas que atañen tanto a la fe como a las costumbres morales, obligando en conciencia a quiénes se llaman católicos. ¿Habría que ver en esto unas estrategias de poder de la Jerarquía eclesiástica? La respuesta es no; se parece más a la madre, que indica a su niño que no juegue con la arena del parque donde hay restos de la actividad biológica de los perritos, que al dictamen de criterios arbitrarios de naturaleza cuasi-partidista.

Señor Peces-Barba: la Iglesia afirma y reconoce el valor de la laicidad, esa sana autonomía del ámbito civil y político, respecto del religioso y eclesiástico, pero no del moral, porque éste afecta al total de los hombres, con independencia de su credo.

José Manuel Carrión

jmcarrion33@hotmail.com