El ex vicepresidente económico del Gobierno Zapatero, Pedro Solbes se perfila como consejero de la eléctrica estatal italiana ENEL, según el diario Expansión.

'El Chino',  como se le conocía durante sus casi seis años como rector de la política económica (a los que habría que añadir los dos que cubrió el mismo puesto con Felipe González (1994-96), fue clasificado como "el hombre que tranquiliza a los mercados financieros". Dejando a un lado que nunca he entendido por qué razón hay que tranquilizar a los mercados, en lugar de asesinarlos, siempre tuve la impresión de que más que tranquilizar a los mercados, Solbes los dormía. Es un buen administrador, sí, pero yo no le dejaría gestionar ni una panadería. El administrador no te hace perder pero a un gestor hay que exigirle que te haga ganar.

El caso es que Pedro Solbes abandonó la vicepresidencia económica en abril de 2009 para dar paso a Elena Salgado. Dos meses antes, en febrero de 2009, ENEL se hacía con la primera empresa eléctrica española, Endesa. España perdía así una empresa estratégica en pleno proceso de consolidación europea. Perdía, con ello, puestos de trabajo, capacidad de decisión de inversiones en I D, en favor de Italia.

Todo ello tras una batalla que comenzara con la OPA de Gas Natural y terminara con una operación urdida desde La Moncloa, que acabó muy bien para ENEL, empresa ineficiente, que con su adquisición conquistaba, no sólo Endesa, sino Iberoamérica, y para los Entrecanales, que se lucraron con el mayor pelotazo de su vida.    

Es cierto que aquello se urdió entre el propio Zapatero -entonces empeñado en llevarle la contraria a la conservadora Merkel, hoy siervo de la canciller alemana- y Miguel Sebastián (a quien se le atribuye el famoso SMS "España re-Acciona") pero el rector de la política económica, por tanto de la política empresarial, era Solbes, que se mantuvo en su actitud tancredista de "tranquilizar a los mercados".

Y ahora resulta que el fautor o consentidor de tamaña desgracia va a fichar por ENEL, en calidad de consejero.

Se me ocurre una idea: cuando ZP abandone La Moncloa podría fichar como consejero de Acciona. Seguramente, los Entrecanales estarían dispuestos a agradecerle el favor. De mil amores.

Porque las incompatibilidades se promulgan pensando en el futuro, es decir, en los favores que una compañía puede ofrecer a un político saliente. Cuando abandonan el poder se sienten tan menesterosos que no les viene mal una ayuda pecuniaria.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com