El desmadre moral en el que vivimos sumergidos nos ofrece algunos puntos de humor muy de agradecer: Rajoy ejerciendo de gallego o Zapatero hablando de la economía en dos tardes resulta divertidísimo. Pero, sin duda, nada parecido a lo protagonizado ayer martes en el programa 59 segundos por Pedro Jota Ramírez. Tras felicitar al presidente Zapatero por haber solucionado una discriminación histórica del colectivo homosexual, le preguntó si había sido suficientemente dialogante con el pueblo católico y el resto de las confesiones religiosas que habían mostrado su oposición al matrimonio homosexual. La crítica religiosa se suma además a las sugerencias provenientes del CGPJ y del Consejo de Estado.

Menos mal que Pedro Jota matizo que él no era el mejor exponente para representar al pueblo católico. Porque se da la paradoja de que el estilo de vida y los valores defendidos por el director de El Mundo tienen poco que ver con la cosmovisión cristiana. Pero, ¡ay, amigo Sancho! con la Iglesia hemos topado y es precisamente la radio de los obispos, la cadena COPE quien ofrece amparo y micrófono al periódico de la calle Pradillo. Extraños compañeros de cama que ofrecen imágenes hilarantes como Pedro Jota protestando por el matrimonio homosexual tras felicitar a ZP por quebrar la discriminación histórica rosa. Tronchante.