Con esto de la festividad de los Santos Inocentes, me he permitido titular esta noticia con una traducción libre. En realidad no es Pedro Jota el que se ha puesto en huelga de sed, sino Giuliano Ferrara, director de Il Foglio, un periódico liberal-centrista italiano. Ferrara -al igual que Pedro Jota- no es precisamente un periodista católico. Más bien es abiertamente laicista. Y como Pedro Jota es un periodista muy conocido por salir en televisión. Actualmente trabaja en la cadena 7. Le diferencia con Pedro Jota su peso. Ferrara está orgulloso de sus 136 kilos. Una amenaza para el colesterol y el infarto pero una garantía del pleno disfrute de los placeres de este mundo. Una especie de Santo Tomás de Aquino, pero en laico. Pero también le diferencia la capacidad para enfrentarse con la realidad más allá de prejuicios ideológicos. Ferrara reconoce haber ayudado en tres ocasiones a abortar. Es un hombre de su tiempo. Pero eso no le impide reconocer la barbarie en la que él mismo ha participado. Así que ha decidido ponerse a dieta de líquidos desde la Vigilia de Navidad hasta la mañana del Año Nuevo. En realidad no es un "ayuno", porque como recuerda Andrea Garibaldi en el Corriere della Sera, Ferrara no pretende adelgazar con su protesta. "Está muy orgulloso de sus 136 kilos", recuerda Garibaldi. Se trata de una "dieta especial", como señala el propio Ferrara en Il Foglio. (Puede leer el artículo completo en italiano aquí) Una dieta "contra la hipocresía y la fealdad en una época en la que la muerte es desterrada en nombre del derecho universal a la vida y, a la vez, halagada, mimada como un drama subjetivo, en la despreciable forma, muy objetiva, del aborto quirúrgico o farmacéutico". Ferrara lo tiene claro. Si la ONU ha declarado una moratoria contra la pena de muerte, Naciones Unidas también debería declarar una "moratoria contra el aborto". Las reacciones, como es lógico, no se han hecho esperar. Desde el periódico católico Avennire, se preguntan en el editorial si les complace a los católicos que sea un laico quien ‘resucite' la polémica. En las páginas de Il Foglio, cascada de reacciones, la mayoría laudatorias. Los Focolarinos, Comunión y Liberación, el Forum de las Asociaciones Familiares. Todos se han puesto en marcha para aplaudir el coraje del periodista que denuncia que el Rey está desnudo. ¿Qué pretende Ferrara? En realidad nadie lo sabe. Él tampoco. "Estoy haciendo algo que nunca habría soñado: una buena acción; eso que generalmente me produce tanta desconfianza", reconoce el mismo director de Il Foglio al Avennire. Aire fresco. Simplemente ha sido un gesto de repulsa. No explicita que pretenda abolir la Ley 194 que despenaliza el aborto en Italia. Tan sólo quiere que quede claro que el aborto es "la eliminación de un ser concebido". De momento, sí que pretende que se ofrezcan ayudas y alternativas reales a las mujeres que se plantean abortar. Por ejemplo, el Centro de Ayuda a la Vida de la clínica Mangiagalli en Milán. Su presidenta, Paola Bonzi, ha dimitido recientemente por falta de financiación. Casualmente la misma denuncia formulada estos días por la presidente de la Federación de Asociaciones Provida de España, Alicia Latorre. Y es que algo tiene claro Ferrara: que se garanticen las subvenciones a los movimientos provida y a los centros de asistencia para mujeres. En España estas ayudas tampoco están garantizadas y los proyectos de crear redes de asistencia han sido rechazados por prejuicios ideológicos. ¿A qué espera Pedro Jota para lanzar su particular dieta? ¿Esperaremos los cristianos españoles a que un laico nos despierte de nuestro letargo? Luis Losada Pescador