Pedro J. Ramírez, en la COPE, destacaba que hoy es un día muy importante y debemos sentirnos muy satisfechos. Los hechos dan la razón a quines confiamos en la labor de los tribunales. En un mes se ha restablecido la verdad en todo este asunto. La conmoción que se produjo en España ese viernes, cuando Garzón imputó a los peritos. Unos hombres que habían tenido la decencia de advertir a sus superiores de que les habían engañado.

 

Resaltaba Pedro J. el linchamiento mediático a estos tres peritos y nos decían que los periodistas teníamos que abandonar la profesión: les acusaron de falsarios, de tramposos, la pobre mujer tapándose la cara. Se habían convertido poco menos que en un signo de oprobio. El Mundo dijo, en medio de aquel aquelarre, con un titular que nos mereció nuevas bofetadas: montaje del juez Garzón para criminalizar a los peritos. Un mes después, está claro que fue un montaje de Garzón. Cómo va a falsificar alguien un informe del que es autor. Los argumentos de la juez Gema Gallego restituyen el sentido común y ponen a cada uno en su sitio.