Pedro J. Ramírez comentaba los sentimientos que ha tenido al publicar la noticia del día en su periódico : Esta mañana tengo esos sentimientos encontrados. Me siento feliz por la gente que confía en nosotros durante tantos años, nos hemos empeñado en esta investigación que tratamos de que sea solvente, me siento muy feliz por Casimiro García Abadillo, el gran periodista de esta generación, por los muchos compañeros que dedican mucho tiempo, por los capullos estos del colegio de periodistas, porque haya coincidido esto con su comunicado. También estoy muy triste: el impacto que me ha producido el ver estos documentos, los dos, que se pueden conseguir a través de la página web, la comparación entre el auténtico y el falsificado me produce una mezcla de estupor y sobrecogimiento. Y se trata de hechos de naturaleza distinta a cuando vi los restos de Lasa y Zabala. Tienen un denominador común: el espanto, la sensación de impotencia, cuando te das cuenta que el delincuente es el Estado o que desde el Estado se cometen los delitos, creo que la información es suficientemente elocuente. Lo que hemos hecho es lo mismo que hicimos entonces, poner la documentación a disposición de la justicia, es verdad que hemos criticado al juez del Olmo justamente, me imputó un delito de desobediencia, ahora le han sacado de los pies de los caballos los vocales del PSOE, pero Juan del Olmo tiene unas obligaciones y por encima de sus circunstancias, él es el juez, y encarna la justicia y es la referencia del Estado de derecho. En el editorial apelamos al poder judicial, al legislativo allá ellos si siguen con esa cerrazón numantina, y apelamos también a la honorabilidad del Presidente del Gobierno, lo hice hace 11 años, cuando aparecieron las pruebas de los GAL escribí tres cartas a González para decirle que está en sus manos facilitar la verdad. Son hechos de naturaleza distinta. Pero creo, y confío y apelo a la honorabilidad de José Luis Rodríguez Zapatero.