Pedro J. Ramírez, en la COPE, afirmaba que nuestro periódico siempre va a intentar fomentar el acuerdo entre los grandes partidos. Es opinable si Rajoy estuvo muy duro o en su punto en el debate del lunes. Lo que no es opinable es cuando se trata de subvertir las reglas esenciales de la democracia. El comunicado del grupo socialista es un cúmulo de aberraciones que afectan al parlamentarismo. El grupo socialista dice que no están dispuestos a fomentar la estrategia de la división y se niegan a debatir las propuestas que presente el grupo de la oposición, que el PP diga lo que tenga que decir y ellos, si se dignan estar presentes, omitirán cualquier votación, porque dicen que el propósito del PP es ir al choque frontal con el gobierno. Pero en qué consiste el parlamento sino en chocar y confrontar las propuestas. Si no existe ese acuerdo dicen que las legítimas diferencias deben ser expuestas en ámbitos adecuados. ¿Hay un ámbito más adecuado para cualquier demócrata que la cámara de representación de la soberanía popular? Hemos pasado de la democracia deliberativa a la democracia amordazadora. Porque el PP hace propuestas hay que evitar el debate, para esto, que cierren el parlamento. Es un tono franquista.