Los aficionados a las parodias de géneros realizadas en Reino Unido (de indudable más ingenio que las norteamericanas) conocen a los divertidos Simon Pegg y Nick Frost que conquistaron a públicos de todas las edades mediante la carcajada gracias a  comedias como Zombies party o Arma Fatal.

Pues bien, estos dos intérpretes, y también guionistas, se atreven ahora a reírse de las películas de alienígenas, más en concreto de las realizadas por Steven Spielberg. La novedad es que, en esta ocasión, no cuentan  con su director habitual: Edward Wright y eso se nota.

Graeme y Clive, dos amigos  británicos, auténticos fanáticos de las películas de alienígenas, llevan años ahorrando para asistir a la convención de Comic-Con que se celebra en Estados Unidos y para  visitar legendarios lugares como el Area 51, donde presumiblemente se han producido avistamientos de ovnis… Pero en este viaje por carretera se toparán con un auténtico extraterrestre, Paul, que se ha escapado de la base militar donde llevaba encerrado 60 años y pretende volver a su casa…

Esta road-movie con alienígenas juega a parodiar no sólo las famosas películas de Spielberg de extraterrestres, sino que se ríe del ambiente "freak" que rodea el mundo de los ovnis y, en general, de todo lo que se pone por delante (resulta especialmente cómico cómo los dos amigos defienden su hombría, continuamente, dado que, en el ambiente actual, parece impensable que exista una relación masculina amistosa normal y no gay).  Por todo ello Paul tiene momentos logrados pero resulta demasiado repetitiva en determinadas situaciones como la grosería del singular viajero espacial o la mala utilización de tacos de la joven de la que Graeme se enamora. Igualmente cae en el tópico de cargar las tintas en la crítica a los fundamentalistas evangélicos defendiendo teorías cientifistas de lo más manidas.

A pesar de ello la película resulta entretenida porque, aunque se nota la ausencia en  el guión de director Edward Wright, funcionan con la complicidad de siempre  la pareja formada por Simon Pegg y Nick Frost. A lo que hay que añadir, como elemento positivo, la excelente recreación, e integración, del personaje digital "Paul" con los personajes de carne y hueso. Este extraterrestre ha sido imaginado por los artistas del Double Negative que lo han creado por "captura en movimiento", en EEUU doblado por el cómico estadounidense Seth Rogen (visto en The Green Hornet) y, en España, por el actor Santi Millán, que resulta más "sosito" y hace lo que puede en un encargo tan complicado.

Para: Los que les gusten las parodias divertidas, aunque tengan un toque irreverente, en este caso sobre los evangélicos