El Ejecutivo navarro de Miguel Sanz más inestable que nunca

Se lo dijeron por activa y por pasiva. Pero no hizo caso. Le preguntaron tras su encuentro con Zapatero en Moncloa si temía una moción de censura tras las elecciones. Sanz respondió -ingenuo- que el presidente Zapatero le había garantizado la gobernabilidad más allá de las generales.

Pues bien, el secretario general de Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, se lo ha dejado bien claro en un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía en la mañana de este lunes. En su opinión, estas elecciones son entre NaBai y UPN junto a su aliado y rehén, PSN. Asegura que no ha roto amarres con el PSN, pero exige un cambio hacia una "Navarra de progreso". Dice que no aceptará contrapartidas a la negociación, pero que hay que negociar aunque el proceso quedara roto en la T4. Habla de Argel, Lizarra o Loyola, el pueblo guipuzcoano originario de San Ignacio donde se produjeron los últimos encuentros entre la banda y el Gobierno.

 

En resumen, la ambigüedad de siempre. No en vano, su partido, Aralar, defiende el uso de la violencia justificando -con el padre Mariana- que el tiranicidio es legitimo cuando se produce una situación grave de abuso. No obstante, considera que para la causa abertzale, el uso de la violencia no es "oportuno" ahora. Menudo pájaro.