El presidente de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el francés Pascual Lamy, comparecía en la mañana de este miércoles en el Foro Nueva Economía para vender a quien se lo quisiera comprar que la orquesta de la OMC en el triángulo Estados Unidos- Unión Europea- G20, va a sonar bien. Los países en desarrollo tienen mucho que ganar. O sea, que en su opinión no podía decir otra cosa- habrá acuerdo comercial.

Lamy cree que los países menos desarrollados ya han ganado con el compromiso de eliminar los subsidios a la agricultura en el 2013. Ya tienen caballos ganadores y deben de comprender que están en una posición de ventaja. Dense por j

Por supuesto, salió el tema de la controvertida OPA de E.ON sobre Endesa. Enrique Rayón, de Acciona. Pinchó en hueso. Mis opiniones debo de reservármelas. O sea, que no contestó. Mi respuesta sería más sincera si estuviera en privado con el presidente del Gobierno. Es decir, trató de vendernos la burra averiada y dejó claro que su discurso era apara la galería. Además, Lamy recuerda que la OMC no tiene una política de competencia definida: no hay nada dictado más allá de la apertura de mercados.

En cuanto a la posibilidad de que en breve Occidente esté consumiendo coches baratos provenientes de China, Lamy considera que es probable que las exportaciones chinas de automóviles crezcan, pero que las importaciones chinas de vehículos de valor añadido, crecerán mucho más. O sea, tranquilos, no es el fin del mundo. La proximidad al mercado también es importante, concluye.

La anécdota del día la puso Loyola de palacio que formuló una pregunta, pero se fue antes de que el moderador, Ernesto Ekaizer, la pronunciara. Cuando Ekaizer vio que Palacio se levantaba y se iba, leyó la pregunta tratando de buscar a Loyola de Palacio y repitió hasta en tres ocasiones que la ex comisaria de Energía y Transporte había abandonado la sala. Eso, por si alguien no se había terminado de enterar. Muy educado el chico, que leyó las preguntas en inglés, para demostrar a la concurrencia su dominio de la lengua de Shakespeare. Calificación de notable nada más.