El II Foro Internacional de Políticas de Empleo ha servido para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (en la imagen, otorgando criterio a las masas), saque pecho. Su intervención se producía tras conocerse la EPA del segundo trimestre del año, que ha supuesto la creación de 300.000 empleos, cosa siempre que es de agradecer, y la reducción de la tasa de paro por debajo del 25%.

No está mal, significa que el enfermo se va morir de sed durante las próximas horas porque le han suministrado un vaso de agua... y significa poco más.

Es decir, que este cuadro no es para que el señor Rajoy nos dé lecciones de cómo se crea empleo. Mire usted, desde que el PP llegó al poder (EPA del último trimestre de 2011 frente a EPA del segundo trimestre de 2014... y van dos años y medio), el número de parados según este medidor ha subido en 335.000 parados, mientras la tasa de paro ha pasado del 22,56 al 24,47%. Los ocupados también han descendido desde los 18,1 que dejó Zapatero hasta los 17,4 millones del pasado 30 de junio. ¿De verdad es como para lanzar cohetes

Entendámonos. Los socialistas destrozaron la economía española y los populares han puesto orden, pero lo han hecho al estilo PP: tibio, miedoso, dos pasos adelante y uno hacia atrás, a veces un pasito hacia adelante y dos hacia atrás.

"El empleo es la base del bienestar individual y social". Muy cierto, presidente, Mariano: aplícate el cuento y baja los impuestos laborales
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, también ha participado en el II Foro Internacional de Políticas de Empleo. Su reforma laboral tampoco es la culpable, como clama el ex ministro socialista Valeriano Gómez. No, la reforma laboral está bien enfocada pero nos cita para la miseria laboral durante la próxima década. Como siempre el PP, en la buena dirección pero de forma timorata y, por tanto, a costa de los más débiles, los que no tienen grasa que perder ni tiempo para aguardar la mejoría.    

Mire usted, Señor Rajoy, si quiere mejorar el empleo que, en efecto, es la clave del bienestar individual y social (¿qué es un hombre sin ocupación) tendrá que acabar con la política de impuestos laborales altos -cuotas por IVA- y con los salarios netos bajos. Es decir, hay que subir el salario mínimo. Además, debe usted instaurar el despido libre con indemnización pactada de antemano (sí, ya sé que entonces no es del todo libre, pero se trata de que también sea justo), reduzca todos los contratos a uno, el indefinido, y retrase la edad de jubilación de una sociedad envejecida. Tampoco pasaría nada por aumentar la jornada laboral anual. Y menos burocracia. Pero hágalo de una vez, caramba, no con cuentagotas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com