Sr. Director:
Como respuesta a mi determinación de colaborar con la campaña que la organización Red Farmacia Responsable ha puesto en marcha para defender sus derecho a la objeción a la venta de productos que atentan directamente contra la vida humana, la organización me ha enviado la siguiente nota, que creo, Sr. Director, será de interés para muchos lectores a los que puede ayudar, como me ha ayudado a mí, a comprender que en algunas oficinas de farmacia sean reacios a vender ciertos medicamentos sin receta médica.

La respuesta que he recibido decía: Gracias por unirte a esta campaña y defender la dignidad de la profesión farmacéutica. Aprovecho para mandarte unos puntos claves recogidos en nuestro Código Deontológico:

-El farmacéutico, en su ejercicio profesional, mantendrá un comportamiento ético en todas sus actividades, incluso, si es preciso, más allá del estricto cumplimiento de la legislación vigente.

-El ejercicio profesional del farmacéutico, le faculta para que en la práctica de su actividad pueda ejercer su derecho a la objeción de conciencia. El farmacéutico al que se condicionase o impidiese el ejercicio de este derecho, recibirá de la organización colegial el asesoramiento legal y, en su caso la ayuda necesaria para la defensa del mismo.

-El farmacéutico se abstendrá de participar en todo tipo de actuaciones en que sus conocimientos y habilidades sean puestos al servicio de actos que atenten contra la vida, la dignidad o los derechos humanos.

Me parece que los tres puntos son suficientemente claros para que entendamos a los farmacéuticos dispuestos a objetar y admitamos su coherencia con los principios de su profesión.

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com