Me atrevería a decir que Internet, en cierto modo, está contribuyendo a una cierta banalización de la información igualando por abajo.

Y eso no puede ser. Porque no es lo mismo una redacción con cientos de profesionales, con medios, con servicios contratados, con corresponsales repartidos por todo el mundo, que publica sus noticias con el respaldo de una marca capaz de soportar toda esa estructura que otras que tan pronto están como mueren, en las que no consta la cualificación de sus profesionales, en las que no ha medios para hacer coberturas dignas, etc. No puede ser lo mismo. Lo decía en la mañana del miércoles el presidente de Unedisa (El Mundo, Expansión, Marca), Antonio Fernández-Galiano, un Señor de la prensa.

Pero hombre don Antonio, que cantidad y calidad no es lo mismo. Claro que una redacción copiosa asegura más dosis de rigor, pero no asegura más dosis de verdad. La verdad circula por conductos estrechos, y esas miradas de redactores se guían por la autocensura. Ideológicamente saben qué es lo políticamente incorrecto, es decir, lo que no se puede decir. Usted no criticaría a ninguno de sus periodistas por mucho que exagere, manipule o deforme la realidad, si se trata de hablar desde la perspectiva de género, por ejemplo, pero ninguno de esos redactores se atreverá a hablar en defensa de la vida del no nacido. En Internet sí.

Por las mismas, cada redactor de El Mundo, Recoletos, o Unedisa, sabe perfectamente qué es lo que tiene que decir y qué es lo que tiene que callar, según los intereses de quien le paga, es decir, señor Galiano, según sus intereses. No hombre no, el chantajista es usted, no los confidenciales e Internet. Y si algún confidencial chantajea lo hará en pequeña dosis, mientras ustedes (los PRISA, Planeta, Vocento, Unedisa) lo hacen a lo grande y de forma permanente.

Chantaje y servilismo. Por ejemplo, la redacción de Expansión es muy copiosa, y muy buena, pero sus directivos -usted- no les dejan publicar el informe de la Agencia Tributaria según el cual el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio, el presidente de Viajes Marsans, defraudaron 100 millones de euros a la Hacienda pública en el caso Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, sus redactores de Expansión poseen dicho informe. Cuando les permita publicarlo, comenzarán a creer en su honradez, señor Galiano. Por ahora, tendrán que conformarse con leerlo en el confidencial Hispanidad, cuya redacción tiene 25 metros cuadrados.

¿Chantaje? Chantaje es el que usted está perpetrando, ahora mismo, sobre Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, desde El Mundo, por la sencilla razón de que el director de El Mundo, Pedro José Ramírez, en unión de Federico Jiménez Losantos y en alianza con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quieren cargarse a Blesa y sustituirlo por alguien más afín. Y es que Caja Madrid, verdad, siempre se ha portado mejor con PRISA que con Unedisa. Eso es chantaje, y no lo de la prensa independiente de Internet.

Y además de chantajistas copiones. Su redacción será muy profusa pero ahora resulta que Fernández Tapias perdió 3 millones de euros con Banif. Pero hombre, si eso lo contó Hispanidad tiempo atrás. (Nótese que me ciño a la edición de hoy, miércoles, de El Mundo de hoy, pero pasa todos los días).

Ustedes, los señores de la prensa, especialmente a Juan Luis Cebrián y a su Pedro José, que fueron los que inventaron el palabro, son los principales chantajistas de la piel de toro, no las micropymes de Internet, aunque sólo sea porque los pequeños tenemos poco para chantajear.

Pero el asunto es más de fondo. ¿Así que Internet está banalizando la información por exceso de oferta? Que no, Galiano. Internet ha multiplicado los emisores de información, la oferta, como tú dices, pero eso es maravilloso. Lo que tú estás diciendo es que pluralismo es igual a banalización. Son este tipo de afirmaciones las que me llevan a concluir que progresismo y democracia son incompatibles. Sencillamente, lo que ocurre es que usted, señor Fernández-Galiano, no cree en la competencia, no cree en la igualdad de oportunidades, no cree en el pluralismo, no cree en la democracia. Lo que cree es en ese espejismo de democracia pluralista que es el bipartidismo, los cuatro grandes grupos de prensa repartiéndose el cotarro publicitario con el oligopolio económico -dos bancos y poco más- y político PP y PSOE- y poco más. Pero una multiplicidad de medios informativos, un periódico creado con 3.000 euros (con ese capital nació Hispanidad.com), eso nunca, ¡qué horror!: eso sería caer en la libertad de prensa que, encima, en Internet, donde ha nacido el periodismo ciudadano, aún se precipitaría hacia algo peor: la libertad de expresión. Eso es pura acracia y libertinaje, diga usted que sí. Y no se puede permitir.

Se lo voy a explicar de otra manera. Lo que les ocurre a los señores de la prensa es que no pueden soportar que una panda de pringaos, con más convicciones y menos intereses que ellos, les esté arrebatando la influencia que hasta la aparición de la WWW detentaba el oligopolio. Y no importa de qué planeta seas: eso duele. ¿Que en Internet está lo peor? Claro, y lo mejor, como ocurre en los territorios libres.

Que no hombre que no, don Antonio: a usted lo que no le gusta es la libertad. Quizás le gustaba cuando era joven, pero al haberse convertido en el primer ejecutivo de un multimedia ha pasado usted a formar parte del poder. Y al poder no le gusta la libertad porque la considera ingobernable. Y el poder sólo quiere eso: gobernar las vidas ajenas. En su definición orwelliana, poder es la capacidad de infligir daño al otro. No me disfraza de rigor una cosa tan fea, porque, a este paso, vamos a tener que concluir que rigor y verdad son antónimos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com