RTVE nos lo recuerda a cada minuto: SAR Felipe de Borbón acude a la Cumbre Iberoamericana de Panamá pero no como jefe de Estado. Es más, como no es ni jefe de Estado ni jefe de Gobierno, resulta que no podrá participara en la Plenaria. Porque el único jefe del Estado que hay en España es Su Majestad el Rey.

Es una consigna lanzada desde la Casa Real y dirigida directamente al heredero. Una forma de decirle al Príncipe: todavía no eres jefe de Estado y podrías no serlo nunca, si no arreglas el problema de tu esposa doña Letizia Ortiz Rocasolano quien, aunque parece haberse tranquilizado un tanto, parece empeñada en cargarse la monarquía.

Por lo demás, el camino hacia una unidad supranacional hispanoamericana no va por buen camino. Las cumbres se han convertido en eso, en cumbres sin especial contenido. Enrique Iglesias (en la imagen), el líder de la Secretaría General Iberoamericana -por cierto, ¿cuándo va a dimitir)- es un destacado miembro del Nuevo Orden Mundial (NOM), enemigo jurado de la Iglesia.

Es decir, un ecléctico lidera el embrión de una unidad supranacional donde habitan la mitad de los católicos existentes en el planeta. Con todas las características propias del NOM: partidario del aborto, la contracepción, el feminsimo y el homosexualismo y, eso sí, de los intereses empresariales. No precisamente de los pequeños empresarios, que conste.

Así que Panamá suena, una vez más, a cumbre hueca. Estas cumbres ya ni tan siquiera molestan a nadie. Es decir, que están muertas.

Eulogio López

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