Además de palizas, torturas, denuncias falsas de blasfemia, violaciones y asesinatosSabida es la persecución a la que los cristianos son sometidos en Pakistán, mediante palizas, torturas, denuncias falsas de blasfemia, violaciones y asesinatos.

Y a todo ello hay que añadir las expropiaciones sistemáticas a las familias cristianas de sus tierras (grandes extensiones de tierra, especialmente agrícolas, pero también casas). Se trata de un abuso utilizado por individuos poderosos y grandes terratenientes que lo hacen también con propiedades de las Iglesias.

Lo denuncia a la Agencia Fides el abogado católico Sardar Mushtaq Gill, un activista de los derechos humanos. Según el abogado este fenómeno a menudo es enmascarado por casos de blasfemia: con falsas acusaciones, se hace que los cristianos huyan o se les "elimina" en disputas privadas que a menudo ocultan casos de "apropiación de tierras".

El abogado cita varios casos recientes que conoce directamente: un obrero cristiano que vivía en el área de Pattoki había salido de su casa para ir a trabajar en una fábrica de ladrillos. Un hombre musulmán ocupó su casa. La familia cristiana, al saber de la ocupación ilegal, trató de reclamar la restitución, pero fue amenazada y golpeada. La familia ya ha encontrado protección en la Iglesia de Pakistán (Anglicana), que está ayudando a promover una acción legal.

"He visto muchos casos en que los musulmanes influyentes se apropian de tierras de cultivo pertenecientes a las familias cristianas en Punjab, con la complicidad de la policía. Así terratenientes poderosos y empresarios musulmanes en Pakistán violan los derechos de las familias pobres y las minorías religiosas, indefensas", señala el abogado Gill. "Estas operaciones por lo general tienen éxito porque tiene garantizada la impunidad. Tratamos de defender los derechos de los cristianos recurriendo a los tribunales".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com