• "Es el único que admite la EBA", asegura Luis de Guindos a Hispanidad.
  • Pero también es, pura casualidad, el que más beneficia al sector financiero.
  • El sistema italiano no sólo facilita el crédito fiscal sin límite de tiempo sino que computa a efectos de recursos propios pata negra.
  • Es decir, que volvemos a las andadas en materia de capitalización bancaria… y a cinco meses de la presunta entrada en vigor de Basilea III.
  • Fue este asunto lo que hizo que el FROB rechazara las ofertas de Santander y Popular por Catalunya Ban
  • Al final, otro favor a los bancos, en un doble sentido: aumentar en falso los recursos propios y cobrar menos impuestos de sociedades.
  • No es de extrañar que Montoro sea el único oponente a la nueva norma.

Los banqueros españoles se han ido de vacaciones con el pensamiento puesto en una sola cosa: la nueva normativa sobre activos fiscales. Al menos por dos razones: la entrada en vigor de la nueva normativa bancaria Basilea III, prevista para 2014, y la inminente (octubre y diciembre respectivamente) subasta de dos bancos nacionalizados: Novagalicia Banco y Catalunya Banc.

Lo más curioso es que el primer borrador de la nueva normativa fue elaborado por las propias entidades, lo cual no deja de tener su aquél. En cualquier caso, lo que los bancos buscan es el modelo contable italiano, realizado por la autoridad bancaria de aquel país… para salvar a sus bancos de una quiebra segura.  

Pues bien, el ministro de Guindos (en la imagen junto a Rajoy) ratifica a Hispanidad y asegura que España implantará el modelo italiano, porque "es el único que admite la EBA".

¿En qué consiste el modelo italiano sobre activos fiscales diferidos (DTA) Por resumir, en dos cosas:

1. Créditos fiscales: que los impuestos no pagados cuando se presentan pérdidas sirvan para cuando se obtengan beneficios.

Esto ya existe en España, ciertamente, pero no con la generosidad trasalpina: se pueden aplicar tanto en la matriz como en las filiales y sin límite de tiempo. Además, en situación de compra (por eso son tan importantes para las próximas subastas de NCG Banco y Catalunya Banc (CX), es relativamente fácil que se puedan aplicar al banco comprador.

2. Computan como recursos propios, la clave -en mi opinión una clave absurda- con la que medir ahora la solvencia bancaria. Lo único que importa a Basilea III es la capitalización de las entidades y la crisis bancaria se ha afrontado de esta guisa: la forma para reflotar bancos es recapitalizarlos.

De entrada, y como consecuencia de esta moda y del conjunto de Basilea II y Basilea III, los bancos dedican sus recursos a compra deuda pública en lugar de dar créditos al sector privado.

Pero dejemos eso, en España el crédito fiscal ya se puede utilizar para reducir beneficios en ejercicios posteriores y como cómputo de recursos propios pero, ojo, no en los recursos propios pata negra, es decir, capital y reservas. Lo que los bancos pretenden es justamente eso: que el crédito fiscal sirva, como en Italia, para aumentar sus recursos propios TIER 1, los buenos, esto es, los que más cuesta conseguir, pues provienen, o bien del beneficio no repartido, o bien de una ampliación de capital, no siempre conseguible.

Ejemplo: si el Santander, u otro cualquiera, consigue su propósito de hacerse con Catalunya Banc (CX) mediante un crédito fiscal (ya lo intentó en la anterior subasta) de 5.000 millones de euros, no sólo conseguiría evitarse ese pago de impuestos de sociedades cuando obtenga beneficios (o antes, trasfiriendo esa desgravación a otras unidades, lo que resulta bastante sencillo tras una absorción) sino que podría incrementar de la noche a la mañana sus recursos propios para cumplir con Basilea III.

Conclusión. Se prepara una normativa que sólo pretende ayudar a la banca. Y el único opositor es el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Porque es cierto que con el crédito fiscal el Estado no aporta dinero (con los esquema de protección de activos -EPA-, que también pretende la banca aspirante a comprar NCG Banco o CX, sí) pero pierde recaudación futura. El Estado no pone dinero ahora pero lo perderá más adelante.

Y a todo esto, ¿son justos los activos fiscales diferidos No, no lo son. Si hemos perdido dinero no pagamos impuesto de sociedades al Fisco pero tampoco tenemos que recuperarlo para cuando lo ganemos.

Y respecto a la incidencia de los ADT en el coeficiente de recursos propios, menos. Porque, aun si aceptamos la capitalización como principio básico de la solvencia bancaria, los activos fiscales no representan una capitalización real, sino ficticia. Y mucho menos aplicado al TIER 1.

Para que se hagan ustedes una idea, la aplicación de la normativa italiana en España podría suponer 'regalarle' a la banca 50.000 millones de euros en recursos propios que no son tales. ¡Menuda capitalización!

Ahora bien, si me ponen delante el argumento de que si Italia, o Francia, lo hacen y nosotros no, los bancos españoles competirán con una mano atada a la espalda, por aquello del agravio comparativo, entonces me callo. Pero la justicia no consiste en generalizar lo injusto. Eso sólo es igualdad.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com