Los clientes del banco denuncian la falta de información

Los afectados por Banif en el caso del banco austriaco Atrium no dejan de encontrar sorpresas. El banco de la familia Meinl vendió a través de Banif acciones por 20 euros, cuya cotización bajó hasta un precio insignificante. En su día, 150 afectados reclamaron que se reconociera la mala praxis de la banca privada del Santander por venderles un producto que no se adaptaba al perfil de escaso riesgo indicado en los formularios.

Ahora sale a la luz que Atrium contaba con dos filiales cotizadas en bolsa cuyas acciones Banif colocó al precio de 10 euros: Meinl Airport Managers y Meinl Internacional Power. En este momento ambas empresas están en proceso de disolución, se ha rebajado su calificación crediticia y sus acciones cuestan ahora 2,30 euros. Los afectados no se enteran hasta que consultan el estado de sus acciones por Internet. Quienes saben alemán pueden enterarse a través de los medios austriacos y explicarlo a otros accionistas, pero Banif no explica qué está ocurrido y la descoordinación se aprecia entre los trabajadores encargados de atender a su clientela.

Mientras, Banif continúa ofreciendo a los afectados por otra avería, Lehman, que acepten el canje de sus antiguas acciones por otros productos y renuncien a la vía judicial. Si se empeñan en acudir a los tribunales continúan recibiendo llamadas para ofrecer nuevas prórrogas, señal de que Banif no las tiene todas consigo.