Los principales accionistas de ACS, cuya matriz es un banco, quieren contabilizar la minusvalía de la inversión en la eléctrica: 1.500 millones de euros

 

Pérez no está dispuesto a entrar en pérdidas. Además, le obsesiona el fantasma de Luis del Rivero. Al fondo, el deseo de los March de echar a Pérez y forzar la absorción de ACS por Iberdrola.Nueva bronca entre el presidente de ACS, Florentino Pérez y la familia March, primer  accionista de la constructora, cómo no, a cuentas de Iberdrola.

No olvidemos que los March invierten en ACS a través de la Cooperación Financiera Alba, propiedad de Banca March, la matriz de su imperio. El Banco de España aconseja a los March que contabilicen, como es preceptivo, las minusvalías de ACS en Iberdrola, de la que posee el 19% del capital, aunque sólo el 7% en acciones.

Pues bien, la minusvalía de la inversión de ACS en Iberdrola supera ya los 1.500 millones de euros y los March quieren que ACS recoja esa minusvalía en sus cuentas anuales de 2011. Florentino Pérez se niega a aceptar una medida de ortodoxia contable pero que, llevaría a ACS a los números rojos, precisamente en un momento en que el principal problema de la primera constructora de España es el endeudamiento. A Pérez le obsesiona acabar como Luis del Rivero, al que el apalancamiento se ha llevado por delante en Sacyr. Y, además de la deuda, está el problema de la autocartera, pan para hoy y hambre para mañana.

Los Albertos, tercer accionista, no apoyan ni a uno ni a otro en su pelea contable, pero exigen dividendo.

Todo lo anterior tiene el trasfondo de la pelea de poder con Iberdrola. Los March están hartos de una pelea por el control de la eléctrica que ha desangrado a ACS y su propósito no es otro que echar a Pérez al Real Madrid y forzar una absorción de ACS por Iberdrola, fusión que no cuenta con el apoyo de Ignacio Galán, presidente de la eléctrica.

Eulogio López

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