La izquierda se ha forjado en la lucha. La derecha vive en el acomodo de la tertulia de café y la crítica de sillón. La izquierda organiza caceroladas. La derecha, seminarios. La izquierda tiene capacidad de movilización. La derecha, demuestra "skills" de tecnócrata. La izquierda abandona las diferencias ante un enemigo común. En la derecha hay tantas facciones como militantes, sólo aplacadas por el calor del poder. La derecha no sabe hacer oposición. La izquierda no sabe gobernar. Es un análisis simplista, pero bastante ajustado a la realidad. 

Analicemos la movilización "pepera". Durante la tarde del martes 16, estuvieron circulando SMS y correos electrónicos convocando a una manifestación en la sede del PP de la calle Génova en apoyo de José María Aznar. "Concentación d apoyo y agradecimiento x 8 años d progreso y bienestar. Mañana dia 17 en Génova a ls 14h. Anima a todo el que puedas!", rezaba la convocatoria. La convocatoria corrió como la pólvora con coñas como "Zapatero nombra ministro de Exteriores a Ben Laden en agradecimiento a los servicios prestados". Y ya metidos en harina y animado el ambiente, se convocaba otra manifestación a las 19:00 horas frente a la sede de Canal (Torre Picasso) para protestar por la política informativa del Grupo Prisa. 

Pero en la mañana de hoy miércoles 17, se produjo la desconvocatoria: "Tengo instrucciones de abortar esa convocatoria. Así que pararla. Pasalo urgente". Otro: "Desde el PP se ha indicado que se desconvoque". Demasiado tarde porque los ánimos estaban muy tensos y la derecha sociológica necesitaba manifestarse. La primera norma de los manuales de dirección nos indica claramente que "orden y contraorden, desorden". El PP no sólo ha gestionado mal el 11-M, sino que está gestionando fatal la derrota electoral. Pudo judicializar la manifestación del sábado por tener pruebas de su movilización desde el PSOE e IU. Pero no quiso para no dar imagen de "mal perder". Le ha dado igual, sólo que en "cutre". Por cierto, todavía ninguna fuerza política ha mostrado su solidaridad con el acoso sufrido por el PP en la jornada de "irreflexión".