Por el momento, Josep Piqué sigue al frente del Partido Popular de Cataluña, aunque nadie le quiere ni allí ni en Génova. Pero al igual que Zapatero no quiere abrir el melón de una crisis de Gobierno o unas elecciones anticipadas, Rajoy no quiere cambios en un partido que trata de superar al PSOE en las encuestas a costa del Estatut. Cuando se acabe el Estatut, Rajoy quiere que vuelva a dirigir el PP en Cataluña Alejo Vidal-Quadras, actualmente en el Parlamento Europeo.

Vidal-Quadras es un tipo tan listo que es casi la mitad de listo de lo que él cree. Cultivado, un punto cínico, Jordi Pujol le advirtió en su día: Su brillantez le perderá. Además, con Vidal-Quadras, en su día destituido por Aznar para dar gusto, precisamente, a Pujol, cuando el líder del PP no contaba con mayoría absoluta y mendigaba el apoyo de CiU. Por tanto, Rajoy matará dos pájaros de un tiro : la firmeza de Vidal-Quadras contra CiU le atrae el apoyo de parte de la sociedad catalana y, de paso, Rajoy daría una toba a Aznar, algo que desea mucho, aupando a quien su antecesor defenestró.

Otra cosa es el carácter de Vidal-Quadras, que indulgentemente vamos a calificar como difícil. Vidal es un antinacionalista darwiniano, que ha convertido la física en una especie de credo religioso. No entiende la política como una aplicación de principios, sino como una pugna por un modelo de organización del Estado.

Por de pronto, y dentro de la operación Vidal-Quadras, el hombre del PP en Europa continúa dando conferencias exitosas, por cierto- en Barcelona y preparando su regreso.