En la sátira 'Si, ministro', los funcionarios animan al recién nombrado ministro a que se aplique a sí mismo las medidas de ajuste previstas para los ciudadanos. Así, cuando se le ocurre pedir un café, por ejemplo, le contestan que se lo debe servir él mismo o, cuando se dispone a realizar un traslado, se tiene que buscar la vida porque ya no dispone de coche oficial. El ministro, al final, decide que lo mejor es renunciar a los ajustes. Es la operación 'casco protector'.
Pues algo parecido ha hecho la CNMC, que este martes ha publicado el informe sobre los pliegos del contrato de agencias de viajes para la Administración General del Estado. Entre otras cosas, el organismo recomienda que los funcionarios compartan vehículo en sus viajes con el fin de ahorrar dinero a la Administración General del Estado. Hombre, como idea no está mal, pero no deja de ser el chocolate del loro.
Andrés Velázquez
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