General Motors también reclama ayudas públicas

Tras los planes de salvamento del sector bancario, ahora llegan el resto de los sectores afectados. Empezando por el automovilístico. Ni en Estados Unidos ni en Europa se descartan planes de apoyo al sector. Así que General Motors ya empieza a mostrar signos de debilidad. Despide a 5.000 trabajadores y se derrumba en Bolsa. En España, los EREs son un goteo. Y en Alemania, Opel reclama 40.000 millones de euros al Gobierno alemán. Mucho dinero.
El problema es doble. El primero, de consumo. Las matriculaciones han caído a fondo en España, pero también en Europa y Estados Unidos. Si no hay consumo, la producción debe ajustarse. Pero el secretario general de UGT, Cándido Méndez, da un paso más y denuncia que tras los EREs se encuentra una estrategia oculta de deslocalización. No es lo fundamental, pero también existe. Y la razón es muy sencilla: el capital busca lugares para maximizar su posición. Esa fue la razón por la que la industria automovilística se instaló en España: mano de obra preparada y más barata. Hoy es el Este quien cumple con esos requisitos. Con el agravante de que la factura fiscal en los países del Este es mucho más cómoda que en España.
Nuestro país se ha convertido en una isla de impuestos caros. En Alemania el impuesto de sociedades ha bajado al 20%; en la vecina Portugal al 12,5%. Y en España seguimos manteniendo el 30%. Insostenible. Así que el run-run del mercado es que probablemente el Gobierno vaya a modificar sustancialmente el impuesto de sociedades el año que viene. Algunos asesores fiscales y empresarios ya descuentan esa posibilidad.