¿Es bueno el plan de ajuste de Zapatero? Probablemente es obligado, porque la presión internacional es grande -espuria, pero grande- y él sólo piensa en permanecer en el poder, en perpetuarse en Moncloa.

Por tanto, tenía que hacerlo a pesar del cabreo interno de los sindicatos. Que obligue a apretarse el cinturón a funcionarios o pensionistas es, si me lo permiten, un asunto menor.

Ahora bien, dejando a un lado los intereses de Rodríguez Zapatero o de Mariano Rajoy, y centrándonos en las preocupaciones de Juan Español, ¿este plan de ajuste nos va a sacar de la crisis? Por su puesto que no: sólo ataja las consecuencias -y de forma discutible- pero no las causas.

Veamos: el culpable de la crisis es la especulación. Por tanto, lo que hay que detener es la burbuja especulativa de los mercados financieros, en lugar de pagarles sus pérdidas. La regla general es que si la deuda de un Gobierno quiebra, que quiebre. Y que si una banca, una sociedad financiera, una hipotecaria, una compañía seguros quiebran que quiebren.

Ahora bien, la quiebra de quien está quebrado es cirugía. La medicina preventiva consiste en que los mercados vuelvan a canalizar el ahorro en beneficio de la economía productiva. Personalmente, sólo se me ocurre una forma para reducir a los especuladores: Meterles la mano en el bolsillo, someter la especulación bursátil a impuestos duros, no para recaudar sino para desanimar a los especuladores.

Esos son los impuestos que hay que poner, estilo Tasa Tobin. Lo malo es que ningún país puede abordarlo solo, el ahorro huirá en busca de competencia fiscal. No, es tarea para el G-20. Y, si no, pues no saldremos de la crisis.

Eulogio López

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