La idea es, cómo no, de Miguel Barroso quien, desde la Casa de América, continúa siendo el gran fontanero de ZP. Moncloa necesita recobrar la iniciativa tras el varapalo navarro y la encuesta de La Razón, primer sondeo serio que otorga el triunfo electoral al PP. Radio Nacional abría fuego en la mañana del lunes con la iniciativa de un catedrático de llevar ante la CPI a Bush y Blair por genocidio, aunque todavía no se ha mencionado públicamente a Aznar. ZP ha logrado despistar hasta sus propios ministros y a su propio grupo parlamentario. Con un Gobierno a la deriva, el PSOE precisa algo que les una: Irak

La mañana del lunes 19 de marzo estuvo marcada en Madrid por la encuesta publicada por el diario La Razón, obra de Iberconsulta, la única empresa que calcó los resultados de la diana en las últimas elecciones catalanas. En pocas palabras, es la primera encuesta seria que da la victoria al Partido Popular, que recuperaría 13 diputados, frente a un PSOE que perdería 18 escaños y 1,2 millones de votos. Todo por el caso De Juana, que pasará a la historia de la legislatura como uno de los grandes errores de ZP.

El desastre ya se presentía. Por eso, Miguel Barroso, ex secretario de Comunicación de Moncloa, que continúa al frente de la cocina monclovita, el mejor asesor de ZP, un hombre incapaz de tomar resoluciones por sí mismo, había resucitado el fantasma de la Guerra de Irak, la pieza maestra que elevó a La Moncloa al PSOE el 14 de marzo de 2004. El comando Bardem, ahora con Rosa Regás y Pedro Zerolo al frente, ya está preparado.

Pero resucitar una guerra cuatro años después es difícil.

Pues bien, la idea ya se ha puesto en marcha. Simplemente, se trata de lleva a José María Aznar ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, genocidio, si fuera posible. Ninguna broma: el rendimiento electoral se consigue con el inicio del proyecto, independientemente de su alcance… y con la colaboración de algún Garzón dispuesto a montar el escenario judicial propicio.

Para quienes duden del intento que escuchen la grabación del informativo matinal (lunes 19) de Radio Nacional de España, el banco de pruebas favorito del Zapatismo. Un catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid explicaba que sería difícil llevar ante la Corte a George Bush dado que Estado Unidos no reconoce  la competencia de este tribunal, pero con Tony Blair sí podía plantease. No mencionó a Aznar, pero de entrad no era necesario: su nombre está ligado al de Bush y Blair desde la foto de las Azores, a pesar de que las tropas españolas no llegaron a Iraq sino cuando todo había terminado y con un barco cargado de agua mineral.

Un actuación desesperada, pero la manifestación del pasado sábado contra la guerra de Iraq es considerado un éxito en Moncloa, el primer éxito del contraataque. Barroso insiste en que lo más importante es movilizar al electorado progresista y que para ello es necesario radicalizar los mensajes. Al electorado y al propio partido y Gobierno, pues el silencio de ZP ha sembrado la confusión entre sus ministros y en su Grupo parlamentario. Uno de los que más advierte contra el desbarajuste es Diego López Garrido, el obediente jefe del Grupo Parlamentario, proveniente de la Izquierda dura y, por tanto, disciplinado como pocos.

Ahora hay que ver si Barroso consigue sus objetivos, pero la estrategia etá muy clara. Todos los medios de comunicación afines a ZP, especialmente la TV, tomarán parte en la batalla.