• Viaje del presidente francés a EEUU, donde, con Obama, aprovechan para promover la firma de un "ambicioso" acuerdo global que tenga como objetivo combatir el cambio climático.
  • Mientras, ambos presidentes son conocidos por su promoción del aborto.
  • Por cierto, la vida privada de Hollande parece ser que sí influye en su viaje a EEUU. 
El presidente estadounidense, Barack Obama, y el francés, François Hollande (en la imagen), se han encontrado en EEUU amigablemente, como corresponde a dos países aliados y amigos. Y cabría añadir: como corresponde a dos presidentes progres muy preocupados por el futuro de la madre tierra, pero muy poco por el futuro de la raza humana, pues ambos defienden y promueven el aborto, el asesinato del niño inocente no nacido, con fervor.

Obama y Hollande han instado a la comunidad internacional a que se una en la firma de un "ambicioso" acuerdo global que tenga como objetivo combatir el cambio climático, en el marco de la primera jornada de la visita que el mandatario galo está realizando en Washington. Y han mostrado su intención de "expandir" la creación de asociaciones de energías limpias, que según los mandatarios "crean trabajo" y permiten el avance hacia un crecimiento bajo en carbono.

Además, ambos presidentes han incidido en la necesidad de alcanzar un pacto mundial que aborde el cambio climático. "Continuamos instando a todas las naciones para que se unan a nosotros en pos de un acuerdo global ambicioso e inclusivo que reduzca la emisión de gases de efecto invernadero a través de acciones concretas", han afirmado.

Por cierto que parece ser que la separación de Hollande y Valérie Trierweiler, es decir, la vida privada del presidente francés, sí está influyendo en su visita a EEUU (al contrario de lo que pregona la progresía, que no debería tenerse en cuenta su vida privada en su vida pública).

Por ejemplo: la Casa Blanca se ha encontrado con un dilema de protocolo durante la cena de Hollande en Washington. Según publica El Mundo, lo que en un principio parecía una comida informal, ha traído más problemas de lo esperado. Y es que la cena incluye un baile en el que tradicionalmente Obama sacaba a bailar a la pareja del presidente visitante, mientras que el presidente extranjero invita a Michelle. En este caso Hollande tiene el baile asegurado con la primera dama, el que se quedará sin acompañante será el propio Obama.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com