• El presidente americano ha ido de patinazo en patinazo en la región (de Libia a Irak): también intentó sin éxito salvar a los rehenes en Siria.
  • Los yihadistas del EI pidieron 100 millones de euros para liberar al reportero James Foley.
  • El ejército americano afronta ahora nuevas amenazas de los terroristas y sigue bombardeando el norte de Irak.
  • La chanza más sangrante es lo que dice el EI: que ha "iluminado" a cientos de yazidíes para que se conviertan al islam.

El mundo se conmocionó ayer miércoles al ver el vídeo en el que los yihadistas mostraban la decapitación del reportero estadounidense James Foley, en el amenazaban, además, con matar a otro periodista, Steven Sotloff, si Obama (en la imagen) continúa con sus ataques aéreos en Irak. La conmoción es la misma con la que hemos asistido a la ejecución de cristianos o yazidíes en el norte de Irak o a su huida masiva de las atrocidades. Pero este miércoles era un periodista, en concreto el número 70 que muere en el conflicto sirio. Pero al margen de los nuevos detalles -siempre macrabos- que se van conociendo, el caso evidencia, de nuevo, el gran fracaso de la política exterior del presidente americano, Barack Obama, que ayudó a los rebeldes sirios para enfrentarse a Al Asad, sin medir las consecuencias de lo que ocurriría después en Siria y más tarde en Irak. Más de lo mismo de lo que sucedió con las primaveras árabes o el derrocamiento de Gadafi.

Los hechos. Philip Balboni, presidente ejecutivo de 'GlobalPost' (medio electrónico para el que trabajaba Foley cuando fue secuestrado en Siria) ha explicado que los terroristas del EI pidieron en noviembre de 2013 un rescate millonario de 100 millones de euros a cambio de la liberación del reportero. El Gobierno de Obama, en su línea, rechazó el chantaje de los yihadistas para mantener con vida al periodista, según ha informado 'The New York Times", pero no negoció para evitar su ejecución.

También se ha sabido hoy jueves que el Gobierno de EEUU intentó sin éxito hace unas semanas liberar a los rehenes estadounidenses secuestrados por el Estado Islámico. "Desafortunadamente, la misión fracasó porque los retenidos no estaban en el lugar que pensamos", ha informado el Pentágono. No ha dado más detalles.

Tampoco ha dejado las cosas como debía en Irak, después de la ocupación y eso explica el virulento avance de los yihadistas del EI, en un país con gobierno inestable y los balbuceos para intervenir o no militarmente. Al fin ha sido con bombardeos. Remedios extremos tras alternativas fallidas.

El ejército americano se enfrenta ahora a un Estado Islámico crecido, y que le amenaza si continúa su ofensiva en el norte de Irak. EEUU ha lanzado 14 bombardeos más en los alrededores de la presa de Mosul, en el marco de apoyo a las fuerzas de seguridad iraquíes y a los 'peshmergas', que tratan de expulsar a los yihadistas de la zona. Según confirma el Ejército, han destruido seis vehículos militares, tres arsenales de explosivos, un mortero y dos camiones blindados. Desde que empezó la intervención americana por vía aérea el 8 de agosto, el Ejército ha realizado ya un total de 84 bombardeos.

Y el Estado Islámico continúa grabando vídeos de propaganda. En el  último, titulado ‘Cientos de yazidíes se convierten al Islam', los yihadistas aseguran haber "iluminado" a cientos de personas de esta comunidad religiosa convirtiéndoles al Islam. Una chanza que hiere a la sensibilidad más endurecida.

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com