Sin concretar, advierte que aumentará las tasas obligatorias que deben aportar los bancos en prevención de crisis

En su última rueda de prensa, celebrada en la madrugada del jueves (hora local europea) el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, amenazó con medidas para imponer tasas a las grandes firmas financieras de Wall Street para cubrir las pérdidas de sus transacciones más especulativas y como seguro ante nuevas crisis financieras, según informa Bloomberg. Lo cierto, vaya por delante, es que Obama volvió a realizar un alarde de retórica, donde amagó mucho y golpeó poco, lo que exige un análisis interpretativo. En ocasiones, durante su intervención, parecía abogar por imponer impuestos extra a las actividades financieras especulativas; otras, parecía conformarse con exigir a los bancos de inversión y casas de bolsa una mayor dotación a los sistemas de seguro para riesgos altos.

De hecho, el inquilino de la Casa Blanca afirmó que Estados Unidos puede necesitar un corporación similar al Fondo de Garantía de Depósitos vigente en España y otros países europeos más potente que los americanos, para que las grandes bancos de inversión que llevan a cabo operaciones de alto riesgo, no pongan en peligro el sistema financiero del país-, y también aseguró que el dinero para este seguro tiene que venir de las propias ganancias de los bancos y no de los contribuyentes. Es curioso que Obama diga esto ya que fue él quien salvó a los bancos de inversión con dinero de los contribuyentes. Indirectamente, si Obama se atreviera a fiscalizar las actividades más especulativas de la grandes firmas y bancos de Wall Street estaría consiguiendo su segundo propósito: no sólo reduciría la especulación, sino también las retribuciones de lo especuladores, dado que reduciría su actividad.

Y para cerrar el círculo, Obama sueña con dedicar parte de las nuevas tasas antiespeculación a financiar su atascada reforma sanitaria, ya que, hoy por hoy, su reforma del sistema sanitario público goza del rechazo de casi todos los republicanos y de un gran número de demócratas (especialmente de la coalición de demócratas conservadores llamada Blue Dog)

El único problema es que Obama no ha concretado nada, porque sabe que Wall Street se le echaría encima y es algo que no le conviene, dado que su figura está empezando a generar un gran escepticismo en materia económica.

Gabriel López

gabri1992@hotmail.com