El principal problema de Barack Obama es que no puede bajar los impuestos, supuesto que le gustase, que lo dudo.

Ni puede él ni puede ningún europeo si se confirman los planes de salvamento público de los especuladores financieros. ¿Cómo se van a emplear billones (europeos, no americanos) de impuestos a sanear el sistema financiero y al mismo tiempo bajar los impuestos. Mucho me temo que las salvas se vuelvan lanzas en breve plazo y entonces veamos a un Obama enloquecido, como ZP cuando no le salen las cuentas: más medidas sociales: aborto libre, homomonio, etc.

Otro desastre: el apoyo de Obama a las energías renovables. Es lógico que Iberdrola y Gamesa -constructor de aerogeneradores- se hayan apresurado a apoyarle. Lo que extraña es que no lo hayan hecho dos familias de millonarios españoles: los Entrecanales y los Benjumea, Acciona y Abengoa. Es decir, apoya el plan de energías renovables de Obama aquellos que están acostumbrados a forrarse a costa del erario público y en nombre de la ecología.

Y aún hay más George Bush planeó un nuevo plan de construcción de centrales nucleares en Estados Unidos y, aunque podría haberse dado más prisa en ponerlo en marcha, no lo hizo. Ahora lo más probable es que se paralice, lo que acentuará la dependencia energética de Estados Unidos. Es cierto: Obama se parece mucho a ZP, el hombre que ha conseguido convertir a España en líder del paro en toda la Unión Europea (27 países).

O el nuevo presidente Obama rompe con el plan Bush, es decir, con Wall Street, o sencillamente nos espera una recesión para muchos años, el rebrotar de la especulación y una crisis permanente.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com