El Gobierno recurre al ladrillo para recuperar empleo, un plan E bis, según los empresarios

 

Resulta que el nuevo modelo de crecimiento consiste en el fomento de la rehabilitación. Es verdad que también hay una apuesta por el I D: el Gobierno se compromete a que la inversión pública crezca más que el gasto general. Pero de momento, en el corto plazo, el Gobierno trata de dar salida a los trabajadores a los que el 'crack' del 'boom' inmobiliario ha bajado del andamio. ¿Qué se va a hacer? Un par de cosas. En primer lugar, establecer deducciones para la rehabilitación: 10% del IRPF hasta el 31 de diciembre de 2012 para rentas inferiores a 30.007 euros. Es decir, se elimina la deducción para adquisición de vivienda, pero nos inventamos una de segunda división para la rehabilitación. ¿Y para que el que quiera acceder a una vivienda? Mala suerte.

Además, el IVA para rehabilitación pasa del general al reducido. Otro brindis al sol, porque al fin y al cabo: ¿existe algún rehabilitador que cobre el IVA? Es más bien un intento de reingresar en el sistema a los 'Pepe´s'.

Segundo: fomento de las empresas de eficiencia energética. Fue un invento de Sebastián hace ya cuatro años. Desde entonces no han operado a pesar de tratarse de una idea brillante. Las empresas realizan tareas de mejora en las viviendas con el objetivo de generar ahorros energéticos. No cobran por la obra, sino que ingresan con los ahorros generados. La idea se anunció junto a las bombillas y pasó desapercibida. Ahora se resucita por la vía del sector público. La administración rehabilitará 2.000 edificios públicos (1.000 del Estado y 1.000 de las CCAA y de los entes locales) para buscar eficiencia energética. Buena medida, aunque desde luego, no es la clave para afrontar la crisis económica.