Sr. Director:

Es importante precisar que la totalidad de los dictadores latinoamericanos que violaron sistemáticamente los derechos humanos, financiaron sus operaciones con métodos ilegales y secretos (sin bien todas las dictaduras, gobiernos de fuerza y de hecho son intrínsecamente ilegales, debemos destacar que dentro de la esa intrínseca ilegalidad, montaron estructuras a su vez más secretas, que escapaban incluso a la fachada institucional que éstas habían montado), relacionadas sobre todo, con el llamado crimen organizado regional y mundial.

No solamente se asociaron a las redes mafiosas mundiales sino que a su vez, crearon propias redes de tráfico, tránsito, lavado, etc. Los servicios de inteligencia, financiados con gastos reservados, a su vez, tuvieron la más absoluta libertad para procurarse mayor financiamiento, y especialmente financiamiento para actividades encubiertas dentro de los países como a nivel regional, mediante el comercio delictual, dentro del que descollan el narcotráfico, al armatráfico y el lavado de dinero. Pero, como todo resultado colateral de tal colosal construcción de rutas ilegales, dichos negocios sirvieron para crear, acrecentar, blanquear, proteger inmensas fortunas de lo que que podríamos denominar los nuevos clanes del terrorismo de estado, donde destacan solamente en el subcontinente americano, el clan Pinochet, con origen en Chile, y el clan Stroessner, con origen en Paraguay. Si bien los clanes inician sus operaciones mafiosas en estos países, por el grado de impunidad regional, y por la característica misma de los negocios orientados hacia afuera, cuentan con bienes, intereses y asociados en diversos países, de tal forma que, hoy mismo, bajo diversas denominaciones y prestanombres, estos clanes están operando, recibiendo dividendos, y redireccionando sus negocios, en el llamado vuelo a la seguridad, en tanto y en cuanto la justicia chilena y la paraguaya comiencen acercar la lupa sobre ellos. Paralelamente a la búsqueda de justicia y verdad por los horrendos e imprescriptibles crímenes cometidos por estos clanes en uso del poder omnímodo que obtuvieron y les fuera permitido ejercer, se inicia una nueva búsqueda, una nueva razón de ser y existir para los sistemas judiciales nacionales y mundial, cual es la investigación y recuperación de los bienes malhabidos por estos clanes económicos y delictivos del terrorismo de estado.

Federico Tatter

paraguaynews@hotmail.com