Ya sé que no me van a creer pero insisto y persisto en que el gobernador del Banco de España es Luis María Linde (en la imagen). Por contra, Fernando Restoy, que es el nombre que me ha venido a las mientes, sólo es el subgobernador, su número dos, a las órdenes -es un decir- del número 1, del precitado Linde.

A pesar de su pasado de rojo subido, Linde ha sido nombrado gobernador a propuesta del PP. Cuentan las malas lenguas -¿existen buenas- que Linde abjuró de sus errores durante su paso por la embajada española en el país de los soviets. Aquello fue demasiado para Luis María y se convirtió al capitalismo para nunca más volver. Restoy es mucho más coherente: nació socialista y sigue reportando a Rubalcaba a quien le debe el cargo.

Por lo general, los gobernadores gustan de viajar a los grandes foros financieros internacionales mientras delegan el trabajo duro, el de cortar manos y aplastar cabezas bancarias, al subgobernador y al director general de Inspección. Pero Restoy, siempre solícito a las incomodidades que tanta movilidad podía provocar en su superior, ha decidido cargar sobre sus espaldas con ambos cometidos: el interno y el externo, albañil e ingeniero a un tiempo.     

Por eso, Restoy ha decidido que Novagalicia (NCG Banco), el primer nacionalizado en ser subastado, debe ir a parar a un banco, no a un fondo de capital-riesgo, que son gente de poco fiar. Lo cual, dicho sea de paso, es muy cierto. Un fondo de capital-riesgo se diferencia de un fondo-buitre en lo mismo que el susodicho animalito se distingue de un abogado. El buitre, al contrario que el letrado, es un pajarito de cuello largo, pico curvo y muy simpático. 

Entonces, ¿por qué en Hispanidad nos empeñamos en que NCG Banco acabe en manos de los fondos norteamericanos que han pasado por él, en lugar de en manos del Santander, BBVA o Caixabank

fernando restoyDe entrada, ya conocen la opinión de Hispanidad al respecto: el gran error del Gobierno Rajoy ha sido salvar bancos quebrados en lugar de liquidarlos. Pero ya que nos ponemos a salvar bancos quebrados me quedo con la opción de los fondos porque están dispuestos a quedarse con la entidad gallega sin ayudas públicas, las mismas que exigen los bancos.

Y Novagalicia ya nos ha costado 9.000 millones de euros al conjunto de los españoles. Así que, con las debidas garantías, nos quedamos con los fondos, por muy especulativos que sean... que lo son.

Pero Restoy no. Restoy no hace caso ni del presidente gallego Núñez Feijóo, que quiere un banco con sede en Galicia, ni del ministro Guindos, que quiere cerrar el proceso cuanto antes... ni de Linde, cuya principal política es no meterse en líos.

Porque Restoy pertenece a ese grupo de socialistas amantes de la gran banca. Y no debería serlo porque la función del Banco de España es golpear duro a los grandes bancos, no aliarse con ellos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com