O sea, de la segunda gran matanza junto a las del laboratorio y la anticoncepción (¿les he comentado que todos los anticonceptivos que actualmente se reparten en el mercado son abortivos? ¿Sí? Entonces vuelvo a los embriones.

Como los abortistas son muy mentirosos, han sembrado la mentira de las células madre, sin especificar el segundo apellido: adultas -estupendas- y embrionarias -un asesinato que se pretende convertir en ciencia.

Merece la pena leer a monseñor Martino, en el relato de Zenit.