Sr. Director:

El Gobierno catalán ha presentado su presupuesto para el año 2008. Lejos queda aquella promesa de Montilla de abandonar las políticas identitarias y priorizar las políticas sociales.

Precisamente entre los gastos que menos crecen están los servicios sociales como la sanidad mientras entre los que más aumentan destacan dos: el gasto en política lingüística se dispara más de un 50% y el gasto en representaciones y acciones de Cataluña en el extranjero se incrementa un 70% cuando hay que recordar que el Gobierno autonómico carece de competencias en relaciones exteriores. No vamos bien, señor Montilla.

Cataluña necesita menos inspectores lingüísticos y menos embajadas en el extranjero y mejor atención sanitaria y educación. En definitiva, menos obsesiones nacionalistas y más preocupación por los servicios básicos para las personas.

José Aparicio

japaricioc@gmail.com