• Es decir, el 98,2% del PIB.
  • Más de dos tercios de la deuda está en valores a medio y largo plazo.
  • Pero no se engañen: aunque sea más tarde, las deudas, al final, hay que pagarlas.
  • Y lo que es peor: la burbuja de la deuda no para de crecer… hasta que estalle.

Según ha publicado este jueves el Banco de España, la deuda de las administraciones públicas superó, por primera vez, en junio, el billón de euros. Concretamente, el Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos -por este orden-, deben ya 1.007.319 millones de euros, esto es, el 98,2% de lo que produce España durante un año entero. Esto, se mire por donde se mire, no puede ser bueno.

Y resulta paradójico que desde el comienzo de la crisis, en 2007, la deuda de las familias y las empresas ha bajado, mientras que la de las administraciones públicas se ha disparado desde el 36,3% del PIB de finales de 2007 al 98,2% del pasado junio.

Concretamente, en junio, el endeudamiento del Estado, las CCAA y los Ayuntamientos aumentó en 10.336 millones de euros, un 1,03% más que en mayo y un 6,7% más que en junio de 2013.

Y no se engañen, el hecho de que la mayor parte de esta deuda -dos tercios- la tengamos que pagar a medio y largo plazo, no supone ningún alivio. Las deudas, antes o después, hay que pagarlas igualmente.

Pero aún hay un aspecto más preocupante: el hecho de que la burbuja de la deuda, lejos de disminuir, no para de crecer… hasta que un buen día estalle. ¿Les recuerda a algo Efectivamente, el riesgo existe, como ya hemos explicado en Hispanidad en algunas ocasiones.

Veamos: por un lado, puede ocurrir que falte liquidez, es decir, la facilidad para endeudarse con el fin de comprar bonos públicos. Así, se dispararían los tipos de interés de dichos bonos y se hundiría el precio de los mismos, que está sostenido gracias a la facilidad crediticia del Banco Central Europeo.

Otro riesgo real: que los inversores comiencen a desconfiar de que la deuda se vaya a pagar y empiecen a vender por si acaso. Es lo mismo que ocurrió con la burbuja inmobiliaria y miren cómo terminó (si es que ha terminado).

El Gobierno, en cualquier caso, no quiere verlo así y tiene previsto terminar 2014 con una deuda del 99,5% del PIB. Mal hecho.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com