Sr. Director:

 

En el año 1982, el excelentísimo vicepresidente de Gobierno socialista, D. Alfonso Guerra, prometió:"Cuando salgamos del poder no va a conocer a España ni la madre que la parió". 

Hoy, cuando aún están en el poder, al salir a la luz el informe del BBV sobre las preferencias de la juventud;  lo que opinan sobre el aborto, el sexo, la Iglesia, etc., es evidente que esa promesa de cambio se ha cumplido. Algunos  opinan que habría sido preferible que hubiesen creado los 800.000 puestos de trabajo prometidos durante aquella campaña.

Antes de la democracia española,  pudimos leer el documento que, en Mayo de 1919, apareció en Dusseldorf con algunas de de las "Reglas Comunistas para la Revolución", unas "normas" de inspiración leninista para aplicar en las naciones de fuera del telón de acero. La primera aconsejaba:"Corromper a la juventud, alejarla de la religión. Hacer que se interese por el sexo. Hacerla superficial. Destruir su fortaleza. ..No es necesario hacer comentarios sobre lo evidente. Otra de las normas aconsejaba:"Obtener el control de todos los medios de difusión (...) enfocando la atención en la pornografía, libros y películas sobre cuestiones sexuales y trivialidades". Algunos  creen que hay cierta relación de estas "normas" con el cambio experimentado en la juventud española en estos años. (?)

Otras "Normas"  tratan de fomentar la hostilidad entre los grupos de ciudadanos, destruir el orden público, alabando siempre la democracia y aprovecharse de ella. La "Norma número 6" aconseja a sus sicarios:"Fomentar y producir innecesarios conflictos en la industrias básicas, excitar a desórdenes públicos y aprovecharse del descontento general que esto produce. A continuación, se debe fomentar una política de indulgencia y una actitud de blandura por parte del Gobierno ante tales actitudes".

Con todo esto, ¿Nada tiene que ver la alianza actual de las fuerzas progresistas de izquierda para regir las instituciones españolas?

Ha pasado el tiempo. Lejos de nosotros emitir ahora juicios de valor. Cada persona es libre de hacer sus valoraciones sobre el cambio en la juventud en estos años de democracia.  O, si se quiere, sobre la actuación de las centrales sindicales.

Caben opiniones diversas sobre quienes son las víctimas y los protagonistas del cambio. Sobre quienes mueven los hilos del guiñol en el que todos actuamos.  

 

Carlos Roces Felgueroso

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